sábado, 26 de julio de 2014

No hay democracia sin medios de comunicación libres.



En un nuevo ataque al periodismo libre, la sección de UGT en el centro territorial de Asturias de RTVE denunció ante la empresa por supuestas incompatibilidades a uno de sus propios compañeros, el redactor Xuan Cándano.
A. Sánchez | Periódico CNT
La CNT de Oviedo denunció en uncomunicado de apoyo, que en el trasfondo estaba el intento de represalia por la publicación enAtlántica XXII (de la que es director), el pasado septiembre, de varios artículos sobre el sindicato socialista. El pasado 10 de abril, Xuan ganó el juicio interpuesto contra la sanción que RTVE le impuso, aunque el juez no admitió su demanda por vulneración de derechos fundamentales.
Pregunta.- Se puede considerar que el juicio ha sido una victoria parcial, ¿te sientes satisfecho con la sentencia?
Respuesta.- Sí, estoy muy satisfecho porque fue una victoria. No ya sólo desde el punto de vista laboral, sino porque es una victoria para el periodismo libre. Ademas era David contra Goliat, me estaba enfrentando a grandes poderes que iban de la mano, RTVE y UGT, aunque el juez podía haber ido más lejos aceptando la demanda por violación de derechos fundamentales. De hecho, en el texto de la sentencia deja bien claro que hay una venganza y que es éticamente reprobable la actitud de UGT, que hubo persecución.
En definitiva, una gran victoria para el periodismo libre, porque se trataba del acoso a un periodista por difundir informaciones veraces. De eso se trataba, de imponer castigo a un periodista y a un medio de comunicación por difundir informaciones veraces, y el juez desde luego los puso en su sitio.

P.- ¿Qué se denunciaba en esos artículos?
R.- Para empezar hay que decir que los artículos no son míos, yo soy sólo el director de la revista Atlántica XXII. Se trataba de un dossier, cuyos autores eran Fernando Romero y Blanca García. También había una editorial que hacía referencia a la situación de los sindicatos en España y también la sección fija «El casting de Milio Rodríguez Cueto», que en esta ocasión dio la casualidad que iba dedicado a Justo Rodríguez Bragas, Secretario General de UGT en Asturias.
Una entrevista contaba la situación de los trabajadores de UGT en Asturias, donde acababa de aplicarse un ERE, después de la Reforma Laboral del PP. Había gente que se fue a la calle y el presidente del comité de empresa, un abogado, grabó una conversación, sin que Justo Rodríguez lo supiese, en la que se dirigida a él de forma no precisamente complaciente. Llevó esta grabación ante el Juzgado y el Juez condenó a UGT y a su Secretario General por vulneración de derechos fundamentales.
P.- Parece que está totalmente claro que ha sido una venganza...
R.- Lo que sí sé, lo tengo constatado, es que la dirección del sindicato se dirigió a sus abogados para que nos denunciaran, tanto a mí como a Fernando y a Blanca. Los abogados les dijeron que no había materia para ello porque las informaciones eran veraces. Sospecho que entonces se dirigieron a la Sección Sindical de UGT en RTVE, con el fin de que me dieran un castigo. Eso es lo que debió pasar, porque la dirección de UGT siempre se desmarcó de la Sección Sindical de UGT en el centro territorial de RTVE, pero parece difícil de creer que hayan actuado por su cuenta. En cualquier caso nunca condenaron esa actitud insólita, como reconoció en el juicio el propio Director de Relaciones Laborales de RTVE, que dijo que nunca se había encontrado un caso así.
P.- ¿Ha cambiado en algo la situación laboral que tienes en RTVE?
R.- Yo siempre estuve marcado en RTVE por ser un periodista independiente y libre, jamás tuve cargos ni tampoco tengo ambición en tenerlos. Siempre trabaje absolutamente condicionado, eso no es algo de ahora, pero lo que si es reciente es que UGT en este centro territorial antes no tenía la mayoría en el comité de empresa y, con sus prácticas clientelares, fue ganando poder poco a poco hasta tenerla ahora.
Desde la sentencia mi situación no es precisamente mejor, se les nota rabiados por la sentencia y por el ridículo público inmenso que hicieron. En este caso desde el primer momento perdieron la batalla de la opinión pública y eso se expresó perfectamente a través de Internet y las redes sociales. Hubo una unánime campaña espontánea a mi favor y en contra de esas prácticas sindicales. Lo que no tengo ahora precisamente es estabilidad para trabajar, no es plato de buen gusto tener que ir a trabajar todos los días ahí.
P.- ¿Cambiará este hecho en algo la línea editorial de la revista en el futuro?
R.- En absoluto. Con cualquier sentencia, aunque hubiese sido otra, no hubiésemos cambiado jamás. A nosotros nos derrotará el mercado, nos derrotarán los lectores si nos abandonan, pero nuestras convicciones profesionales son muy firmes y de ninguna manera iban a cambiar. Si pretendían asustarnos y callarnos, no lo iban a conseguir, aunque la sentencia no hubiese sido ésta.
P.- En líneas generales, ¿crees que hay libertad de expresión y libertad de prensa en España?
R.- Más que nada lo que abunda la auto censura de los propios profesionales. En general, yo creo que podemos decir que en España hay un sistema democrático formal y un sistema de libertades, pero no se ejercen en la mayoría de los casos por el miedo de los ciudadanos, en este caso de los profesionales de la comunicación. Yo creo que es más abundante la autocensura, que no tiene justificación en la mayoría de los casos, que la censura.
Si los periodistas no cayésemos en esa especie de dejación de funciones, que consiste en eso, en callar, en obedecer, en no informar con libertad, creo que la democracia ganaría muchísimo y habría un salto cualitativo desde el punto de vista ciudadano. Creo que no tenemos muchas razones para protestar, es cierto que los grandes poderes, el económico, el financiero y el político obstruyen nuestra labor, pero no es menos cierto que eso ocurrió siempre. Es evidente que en otras épocas los periodistas éramos más valientes y no nos dejábamos abucharar por esos poderes, eso lo digo yo y hasta un periodista conservador como Pedro J. Ramírez, que lo acaba de decir en Oviedo. Creo que es algo perfectamente visible y es un problema democrático muy serio, porque no hay democracia sin medios de comunicación libres, o al menos periodistas libres.

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